lunes, 16 de febrero de 2015

Book Tag | El mando de la tele

¡Hola comelibros! ¿Qué tal vuestro lunes? La verdad es  que últimamente estoy bastante escasa de ideas para el blog (¡lo siento!) pero hoy mi dragón, Ale, me ha tageado a este Book Tag tan divertido el cual no conocía. Sin más dilación, ¡come on!



1. Cambiar de canal: un libro que tuviste que dejar de lado porque no te gustó.



Creedme cuando os digo que odio dejar los libros a medias, pero lo mío con Cumbres Borrascosas no funcionó. Era incapaz de avanzar en la lectura y me estaba retrasando en otras que iba a disfrutar, así nos dijimos adiós.


2. Subir volumen: un libro del que hablas siempre y recomiendas a mucha gente



Veréis, yo quería ser original a la hora de elegir este libro, así que pregunté a mis amigas. Su respuesta fue "hablas un montón de todos". Así que opté por la solución fácil. Al fin y al cabo, he conseguido que cuatro personas se lean este libro. No está tan mal, ¿no?


3. Bajar volumen: un libro que te avergüenza haber leído y no quieres que nadie lo sepa.

Copio a Ale y digo que no me avergüenzo de lo que leo. Aunque un día tuviera en mis manos el libro con peores críticas del mundo, una prosa horrorosa y una construcción de la que mejor no hablar, no negaría haberlo leído.





4. CC: un libro que hayas leído en otro idioma, pero con la ayuda de un diccionario.



¿En serio, Kate? Y tan en serio. No me veo capacitada para empezar un libro juvenil en otro idioma, por lo que lo único que he tocado por mi voluntad en inglés ha sido el cuento de Caperucita Roja.



5. Quick view: un libro corto que relees una y otra vez




Además de corto, Pulsaciones está escrito a través de mensajes de texto, por lo que es una lectura súper ligera. Siendo sincera, no es que lo relea entero una y otra vez pero acostumbro a mirar sus bonitas frases de vez en cuando.




6. Settings: ¿cuántas veces organizas tus estanterías al mes? 

Ninguna (?) Suelo ordenar mis estanterías unas tres veces al año, no más. Bien, expliquemos esto.
Soy una persona de lo más maniática en cuanto a libros se refiere, por lo que cuando tengo una nueva adquisición le busco de primeras un sitio en el que quede bien.
Por ello, solo tengo que reordenarlas cuando me canso de cómo están colocados los libros.



7. Mute: un libro que te recomendaron y te dejó sin palabras



Más que recomendármelos, R y Toñi me obligaron a leer la saga Percy Jackson. Ahora tengo que darles las gracias porque... Dioses, adoración máxima.





8. Home: primer libro de una saga que te guste más que los que la completan




A mi parecer, la calidad de las novelas Crescendo y Silence bajó en comparación a su primera parte, Hush Hush. Por suerte, en Finale, la última entrega, la cosa se retomó.



9. Botones 0-9: tagea a diez personas para que hagan este tag

No voy a tagear a nadie y os voy a tagear a todos. Si os ha gustado el tag, ¡sois libres de hacerlo!


Y bueno mis lectores, esto ha sido todo por hoy. Espero que os haya gustado mucho la entrada. ¿Habéis leído algún libro de los que menciono o queréis hacerlo? ¿Coincidimos en alguna respuesta? ¡Os veo en los comentarios!

Besos <3


sábado, 7 de febrero de 2015

Teoría del semáforo (confesiones de una intrusa)

 Soy de esa clase de personas que ve símbolos en todas partes. Me gusta buscarle un sentido (por muy disparatado que sea) a todo. 
Por eso escribo esto.

Porque tengo una teoría.

No paro de escuchar a todo el mundo decir que el verde es “el color de la esperanza”. Sinceramente, a mí nunca se me había ocurrido darle ese color a la esperanza. Seguramente si estuviera en mi mano darle colores a los sentimientos, la esperanza sería blanca, no sabría decir por qué. Menos mal que no fui yo quien repartió los colores y las supersticiones, sino ahora mismo estaríamos todos comiendo helado de menta y chocolate a las doce de la noche porque “fomenta la producción de endorfinas y hace que apruebes los exámenes”, lo cual es casi cierto, ¿quién no está feliz con un helado? Mmmm… tal vez no se me de mal del todo esto de “crear supersticiones”. Pero, ¡por los dioses! ¡Me estoy yendo del tema! Yo venía aquí a hablar de los semáforos.

 El verde, según mis fuentes, es un color relajante y refrescante que induce a quien lo contempla sensaciones de serenidad, armonía, y un largo etcétera de sensaciones buenas. Está relacionado con la naturaleza, la vida, la buena salud y la fertilidad. Lo sano y lo natural, por eso se utiliza la expresión de espacios verdes para las zonas naturales y, ejem, verdes de las ciudades. (un ochenta por ciento de las personas que han leído esto han pensado inmediatamente en Central Park) Sí, vale, la palabra verde se utiliza para cientos de cosas relacionadas con la naturaleza y el cuidado medioambiental (un ochenta por ciento de las personas que han leido esto han pensado inmediatamente en Greenpeace)

Okay, todo ese párrafo de información ha sido muy interesante y todas esas cosas, pero pasemos a lo que me atañe realmente.
 El verde también está asociado a la juventud y a la inmadurez, ya que en la naturaleza, cuando una fruta está verde significa que aún no ha madurado. Creo que no hay mucho más que añadir a esta explicación.

¡Y la esperanza! ¡Oh, la esperanza! Aquí quería llegar. La idea de que la esperanza es verde viene de que está emparentada con la primavera y con la germinación de las semillas en esta estación. La primavera es renovación después de un tiempo de carencias. La esperanza es la luz después de la oscuridad.

¿Alguien aquí se ha leído El gran Gatsby? Yo personalmente lo hice hace demasiado tiempo y no lo recuerdo bien. Pero sí recuerdo una cosa: la luz verde que Gatsby observaba todas las noches a lo lejos, esa que procedía de la casa de Daisy. Creo que la luz verde es lo único que recuerdo con certeza de ese libro. Esa luz era para Gatsby todo lo que él quería y a lo que quería llegar y, una vez más, un largo etcétera. Efectivamente, la esperanza.

 Ahora. Mi forma de ver el color verde y la esperanza:
Ya estamos pensando en montones de objetos que representan la vida y la esperanza y todas esas cosas. Si habéis seguido leyendo hasta aquí y no me habéis mandado a tomar por culo ya, seguramente hayáis pensado en: árboles y plantas y los uniformes de la guardia forestal y Greenpeace… ¿Pero qué hay de los semáforos? Cuando la luz está verde, el coche (o el peatón, depende de por dónde lo mires) puede avanzar. No puedo evitar relacionar eso con la esperanza, por muy raro que suene. La luz verde del semáforo te da, valga la redundancia, luz verde para continuar avanzando y llegar así al lugar al que tienes que llegar (por no utilizar la palabra destino). Es, a mi modo de ver, la esperanza de llegar sano y salvo a tu sitio. Pero claro, no siempre que el semáforo se ponga en verde y podamos seguir avanzando será para llegar a un sitio bonito. Veo, en medio de todo este simbolismo, incertidumbre. Vale, sí, podemos avanzar, pero ¿qué nos espera allá donde vayamos? No podemos saberlo siempre.

Todo esto podría resumirse en que yo no pienso en que el verde represente la esperanza, yo no creo en ese tipo de supersticiones.
 Yo creo en el tipo de supersticiones que dicen que un semáforo en verde significa el camino que vas a seguir, el camino al cuál tienes acceso. Creo que significa también la esperanza, sí, pero la esperanza de que todo vaya bien en ese camino, de que serás capaz de llegar a tu destino… aunque pensándolo bien, ¿existe otro tipo de esperanza? No lo sé, eso ya sería desviarse demasiado del tema incluso para mí. ¿Qué más veo en un semáforo? La incertidumbre de ese camino para quien se adentra en calles nuevas, en lo desconocido.
 Podría seguir todo el día con esto, pero creo que ha sido suficiente por hoy. ¡Vaya! Me explayo demasiado.

 ¡Agh! ¡Qué cabeza, se me ha olvidado saludar!

¡Hola, comelibros! No se si esto os ha resultado a) sorprendente en el buen sentido, b) sorprendente en el mal sentido, c) desconcertante, o d) tan malo y aburrido que os ha dado ganas de clavaros una cucharita de té en la garganta.

Bien, bien, sea cual sea la respuesta estaré contenta con ella (sí, con la d también). Ahora supongo que debo presentarme. No, no soy vuestra querida Kate como habréis podido adivinar (o no).

Veréis, cuenta la leyenda que un día nació un ser extraordinario… fin. Ese ser soy yo, no hace falta saber más. Podéis llamarme R, como el zombie de la novela de Isaac Marion, y lo único que os hace falta saber de mí en este momento es que Kate está a menudo muy ocupada y me ha pedido ayuda para que cuelgue de vez en cuando algo en este blog con la intención de que haya de vez en cuando algo que leer para sus queridos retoños (esos sois vosotros). Para luego decir que no os cuida. Aunque, ahora que lo pienso, no se si ha hecho muy bien al dejarme a mí a cargo de esto… tal vez no os quiera tanto. En fin, ¿qué más os puedo decir de mí? Tengo un blog abandonado del cual uno no se puede fiar (ahora llega el momento SPAM) Este de aquí es mi sitio.

¡Oh! Y si en algún momento Kate se pone pesada con la saga de Percy Jackson, con los libros, con los personajes, con… todo. Si en algún momento se pone a fangirlear… os aviso de que es mi culpa. 
Ella es inocente.

Vale, hasta aquí todo. (ya era hora)
Seguramente me leáis por aquí de vez en cuando. No os alarméis,
solo será cuando Kate no pueda subir entrada.
Eso es todo de momento, supongo.



 El semáforo está en verde, es hora de seguir avanzando.

Excelsior

R.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Reseña | Los límites de la vida

 Título: Los límites de la vida
Autores: David Bueno, Salvador Macip y Eduard Martorell
Editorial: La Galera
Nº Páginas: 280

La vida es demasiado complicada para entenderla. Eso no lo explica ningún libro. 
Una novela donde encontrarás respuestas apasionantes a preguntas que siempre te habías planteado. 
Un paseo por la vida en todo su esplendor.




Hay varios puntos que quiero tratar en lo que se refiere a este libro, por lo que os pido que leáis hasta el final sin tomar decisiones precipitadas.

Cuando La Galera me ofreció este libro hace unos dos meses me llamó la atención por su sinopsis, en la que se hablaba de presentarte el mundo de la biología y tratar las preguntas más humanas como son el ¿De dónde venimos? ¿Qué hay más allá de la muerte? Desde el punto de vista más científico. Desgraciadamente, creo que los autores no han sabido llevarlo de la manera más adecuada.

Al principio de la historia se nos presenta a Lara, una chica de catorce años que permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital por un enfermedad que se ha ido agravando con el paso del tiempo y ha llegado a sus niveles más críticos. Desde el primer momento, Lara nos deja claro – a través de sus pensamientos y palabras de los médicos – que la noche en la que se encuentra es decisiva para su vida y ella está cada vez más débil para luchar. Aquí es donde interviene Carmen, una enfermera apasionada por la ciencia que le desvelará a Lara muchos secretos que le eran completamente desconocidos.

He de decir que, sobre todo al comienzo, la historia me resultaba bastante interesante por toda la información que te transmitía, y que más tarde esto se convirtió una de las razones de que fuera esta una lectura tan densa y por lo que mencionaba antes aquello de “los autores no han sabido llevarla correctamente”. A mi parecer, el libro en general se centra demasiado en los temas científicos hasta el punto de olvidarse de la historia que han creado: Lara, su familia, sus amigos, personalidad… Había tantos datos curiosos juntos que acababa con un cacao mental, impidiéndome quedarme con nada en la cabeza y que, casi con total seguridad, hubiera saboreando más yendo por separado.
Sí que veo importante mencionar que esta situación mejora notablemente (o tal vez fue mi impresión, y no leí la primera mitad en un momento adecuado) en los capítulos finales del libro, donde se deja entrever a una joven asustada ante la posibilidad de la muerte y el miedo que siente a que la gente de su entorno se vea afectada por su situación.

La escritura de los autores es bastante sencilla y clara. A pesar de tratar temas complejos, encontraban los ejemplos adecuados a la situación para hacer más simple su comprensión.

El final me ha parecido demasiado precipitado, pues me han quedado muchas dudas relacionadas con él y después de tantos capítulos – algunos muy lentos, otros un poco más entretenidos – uno más para aclarar dudas no haría daño a nadie.

En resumen, Los límites de la vida es una lectura un tanto densa que me saturó pero que puedes disfrutar mucho si te gusta la ciencia y te lo tomas con calma. 





lunes, 2 de febrero de 2015

Frases literarias #3

¡Hola lectores! ¿Qué tal ha empezado vuestra semana? Mi lunes no ha ido del todo mal, aunque algunas clases son como dementores que me arrancan las ganas de vivir (estoy segura de que existen como tortura a los alumnos).

Bueno, me he dado cuenta de que os tengo un poco abandonados, pero es que no consigo organizarme. Intento por todos los medios hacer algo más de entradas programadas los domingos, pero el sofá es demasiado cómodo y los libros demasiado bellos para quitarlos de encima. Por ello, he decidido que voy a intentar establecer un horario de subir entradas pero sin hacerlo público (porque voy a quedar mal cuando no lo cumpla) porque aún estoy ultimando detalles.

Como os habréis dado cuenta, últimamente estoy empezando a tirar de esta sección, ya que me resulta súper amena y es muy rápida de escribir para días en los que, como hoy, tengo mil cosas que hacer (de nuevo, debido a mi falta de organización...). Dejando de lado mi vida a la que seguro que ninguno os interesa, os traigo una frase de la supermegaultraconocida saga de Harry Potter. Como sabréis, he leído los libros este verano por primera vez y no solo me han parecido obras de arte a nivel libro fantástico, sino que hay frases preciosas que se quedan en un huequecito del corazón.

" Si quieres saber cómo es alguien, mira de qué manera trata a sus inferiores, no a sus iguales" Sirius Black



Me encanta esta frase porque, personalmente, me parece una gran verdad. Y vosotros, ¿qué opináis? Hasta otra <3