Hola lectores
Antes de empezar,
quiero advertiros una cosa. Esa no va a ser una de mis típicas entradas con un
humor, dinamismo y una sonrisa en la cara aunque vosotros no la veáis. No. En
este momento me siento con la necesidad de expresarme y compartir mi
indignación con vosotros sobre un tema que ha salido a la luz no hace
demasiado. Y cuando digo con vosotros me refiero a todos los lectores que se
sientan un poco identificados con esto que os voy a contar, independientemente
de que sigáis el blog, os guste o no.
Bien, os pongo en
situación. No hará más de unas horas, twitter me ha informado que gente que
sigo habitualmente estaba hablando mucho sobre dos temas: Cuatro (la cadena
televisiva) y los booktubers. A mano de un enlace compartido por Iria G.
Parente he descubierto que Cuatro había hablado de este fenómeno que tanto
adoro y del que hace unos meses formo parte. Por supuesto, me he ilusionado.
¿Quién no lo hace cuando piensa que algo maravilloso que mueve a miles de
lectores por el mundo está empezando por fin a tener la importancia que
merece? Ingenua de mí. Lo que he
escuchado allí ha sido, sin duda, una sorpresa muy amarga.
Os dejo aquí el enlace
para que podáis verlo y después venir aquí para conocer mi indignación.
Vale, no sé ni por
dónde empezar ahora mismo para que mis palabras sean mínimamente coherentes.
Iré analizando con vosotros fragmentos de la entrevista – los que más me han molestado – para hacer una crítica
completa y analítica, a diferencia de lo que ha ocurrido en ese locutorio.
El programa en cuestión
comienza con el presentador del mismo diciendo por su propia boca que no tiene ni idea de lo qué son los
booktubers. Empezamos bien. Sé que puede parecer una tontería, una manera
de comenzar algo y dar pie a que una segunda y tercera persona lo explicarlo a la audiencia, pero esta persona
demuestra que no es así.
Los dos locutores que se
supone que llevan el programa – los únicos que lo salvan en ciertas partes,
todo hay que decirlo – informan a los oyentes de qué es un booktuber. No me
parece bien hablar solo de lo malo, por lo que debo admitir que hasta aquí va
bien: explican de cierta manera su trabajo, los engloban dentro de YouTube en
general e intentan continuar dando datos. Pero noooo. Los otros dos individuos
y los que CREO que son los presentadores oficiales, y no invitados, tenían que
meter un comentario sarcástico. “¿Pero qué hacen? ¿Tutoriales de leer un libro?”
Vamos a ver, que yo sepa los youtubers de moda no hablan de cómo ponerse la
ropa encima del cuerpo. ¿Era necesario ese comentario? ¿Hacer como si fuéramos
idiotas? Parece ser que ahora los youtubers como ElRubius y Yuya pueden tener
prestigio y una actividad en condiciones por el tipo de contenido que suben (y
ojo, son solo ejemplos, no estoy haciendo ningún tipo de crítica a sus canales)
pero una persona que habla sobre QUÉ LIBROS TE PUEDEN GUSTAR no. Todo correcto,
sí señor.
Y continuamos. Porque a
pesar de lo que pueda parecer esto no es, ni de lejos, lo que me ha molestado.
Si esto hubiera acabado aquí y todo hubiera continuado con seriedad, estas
cosas que comento podrían quedar como bromas – un poco pesadas a mi parecer,
pero bromas al fin y al cabo.
Es a partir de este
momento cuando la cosa se pone mal. Proceden a los datos, al número de
seguidores.
- · May R Ayamonte: 11000 seguidores (WHAAAT?)
- · Fly Like a Butterfly: 28000 seguidores (WHAAAAAT?)
- · Nube de palabras: 15500 (WHAAAAT?)
¿De verdad era TAN
complicado buscar los datos y darlos correctamente? Por si no lo sabéis las
booktubers que nombran cuentan con 26000, 50000 y 37000 seguidores,
respectivamente. No sé si mi mente paranoica me habrá llevado a esta
conclusión, pero todas las impresiones que me dan estos datos erróneos es el
hacer pensar a quiénes no saben nada del fenómeno que este acaba de empezar.
Por si no os habéis dado cuenta, tampoco se hace ningún tipo de mención a Sebas
siendo el booktuber español con más seguidores (120000, ni más ni menos) ¿Acaso
tienen miedo de qué esas personas se les echen encima? Dejadme deciros que lo
habéis conseguido, quisierais o no.
Y de repente, nos vamos
a la joya de la corona. El momento en el que tenían que “imitar” a Uka,
bajando la velocidad al hablar considerablemente y calificándola como delicada. Para empezar, yo la llamaría
dulce. Por si no la seguís, Uka es una de mis booktubers favoritas desde
siempre precisamente por su modo de expresarse. Es una persona muy dulce que
transmite sus pensamientos de tal manera que casi no ves que pasen los minutos.
Pues bien, ellos han invertido esta gran virtud para que parezca algo malo.
A continuación, después
de sacar de contexto fragmentos de sus vídeos, procedieron a LuaLunera.
Utilizaron partes de un vídeo PRECIOSO en el que animaba a la gente a leer y
hablaba de lo que significaba para ella para decir “yo leo para que me fluya
mejor el intestino”. Por favor, que alguien arroje luz sobre mí y me indique
qué es la absurdez que acabo de escuchar.
Hay otras muchísimas
cosas que me han chirriado de este programa, como el “yo me voy a hacer
booktuber de los libros Vive tu aventura” o toda la parte de Fa, pero prefiero
no desarrollarlas para no hacer este post más largo de lo que ya es.
Simplemente, terminaré
con una pregunta hacia la dirección de Cuatro: ¿Eráis conscientes de lo
perjudicados que saldríais con esto? Tal vez vuestro enlace esté dando la
vuelta a las redes, pero tened claro que el beneficio obtenido va a ser una
pequeña parte en comparación a la pérdida. Esos booktubers de los que parecéis
mofaros están haciendo un gran sacrificio para conseguir lo que están
consiguiendo y provocar, por sus propios medios, que llegue un poco de cultura
a los hogares y promover la lectura en colaboración con editoriales para evitar
la pérdida las mismas. Y los lectores y seguidores los sabemos. Defenderemos a
estos jóvenes para que aprendáis a valorar el trabajo que conlleva la redacción
de una reseña, preparación de contenido e interacción con los suscriptores.
Vosotros que vivís del público, ¿no sois capaces de valorar esto?