¡He conocido a Javier Ruescas en la Feria del Libro de Valencia!

¡Hola comelibros!

La de hoy es una entrada sumamente especial, la verdad. No tenía pensado hacerla por escrito, puesto que hay un vídeo en proceso de creación para mi canal, pero me apetecía compartirlo por aquí también.

Por si aún no lo sabéis, el pasado día 2 de mayo estuve en Valencia para asistir a la Feria del Libro donde acudió a firmar libros Javier Ruescas. Yo. En una firma. La PRIMERA firma. Imaginad lo emocionada que estaba.

Por si el acudir por primera vez a una Feria del Libro en condiciones (o sea, de una gran ciudad en la que la repercusión es mayor) y a una firma no fuera suficiente para estar feliz, Javier Ruecas es mi escritor favorito. Probablemente ya lo sepáis, porque soy una auténtica pesada que siempre está hablando de sus libros, pero es inevitable. Vivo enamorada de sus historias, las cuales consiguen cautivarme de una manera especial. Por ello hacer tres horas de viaje me pareció, cuanto menos, aceptable.

Y bueno, llegó el momento de entrar al Jardín de Viveros. Mi primer pensamiento cuando lo vi fue: “Wow”. Me pareció un sitio espectacular, y si a todo ese espacio abierto le añades ver las casetas blancas de fondo, sabiendo que aquel lugar está repleto de personas con tus mismos gustos, la sensación es, de nuevo, emoción. Allí las personas paseaban orgullosamente con sus libros en las manos y camisetas de Harry Potter, Juego de Tronos u otras sagas que han marcado a más de uno.

*me enrollo más que las persiaaaanaaaas*

Y bueno, pasemos a lo importante. Justo antes de ir a la caseta donde estaba Ruescas, me encontré con dos personitas muy especiales. La primera de ellas es Romi, a la que ya conocéis porque es quien me dejó Percy Jackson y otra decena de libros. La segunda, Jordi. Me hizo una ilusión tremenda conocer a este chico, en serio. Es un integrante de mi grupo de lectores en WhatsApp, y cuando supe que vivía en Valencia quisimos conocernos allí en la firma. Es un chico súper majo, con el lo que pasé genial y espero poder verme en otra ocasión.

Y ya los tres y una amiga que se vino conmigo al viaje, nos pusimos en la cola hasta que fue nuestro turno. ¿Qué fue lo que más me sorprendió de Ruescas? Su cercanía. Es una persona muy simpática y cercana, a la que en cierto modo ya sentía que conocía un poco por sus vídeos y libros.  

Y aunque la firma no duró más de dos minutos, yo me fui de allí con una amplia sonrisa y la sensación de que, tal y como ponía en la dedicatoria de Pulsaciones, la vida es un continuo perseguir imposibles. Y yo acababa de atrapar uno.